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Tomaba un café con amigas y no pude evitar escuchar algo que me dejó totalmente desconcertada. Venía de la mesa de al lado, una chica de más o menos mi edad y la que parecía ser su madre. La chica más joven a la que vamos a llamar Lieve, que debido a la situación por la que estamos pasando, le estaba resultando muy difícil encontrar de nuevo trabajo en lo suyo, de lo que había estudiado y para lo que había trabajado siempre. Al parecer, las circunstancias habían dejado sin trabajo a Lieve y encontrar empleo tampoco estaba siendo tarea sencilla. La mujer más mayor, se compadecía de ella y no paraba de decirle que qué mala suerte había tenido y que no le quedaba más remedio que esperar a que un nuevo trabajo “en lo suyo” llamase a su puerta. Lieve respondió que había estado pensando en abrir nuevas posibilidades y buscar empleo en algo totalmente diferente, quizás hasta encontrase una nueva vocación. La respuesta que obtuvo fue devastadora. Su madre le advirtió de que las cosas estaban difíciles en todos los sectores, que no se hiciese ilusiones que no sería fácil y que además, siendo ella tan introvertida, mejor no complicarse. Después de esa respuesta pensé que Lieve se derrumbaría y aunque por fuera no pudiésemos verlo, por dentro estaría rota y desanimada. Mi sorpresa fue, cuando después de un largo minuto de silencio mirando su taza de café Lieve por fin respondió. Creo en mí y esa es tu opinión y la respeto, pero creo en mí. Creo que puedo trabajar en cualquier cosa que me proponga porque creo en mí y la introversión no es algo negativo. Además tengo muchas otras virtudes que estoy segura que valorarán en mi trabajo. Yo no podía dejar de mirarla, ¡Era mi ídolo! le había dado una respuesta de las de quitarse el sombrero y a su madre no le quedó otra que darle la razón.
Al día siguiente, en el taller me puse a diseñar esta blusa, me inspiré en ella, me inspiré en Lieve para que cuando la lleves puesta te trasmita toda la fuerza que sacó ella en ese momento y sobre todo para que confíes y para que creas más en ti. Sé más tú, sé más Lieve. BE-LIEVE.
GRATIS A PARTIR
DE 150€
DE 1 A 3 DÍAS
LABORALES
20 DÍAS PARA CAMBIOS O
DEVOLUCIONES
DEVOLUCION GRATUITA EN
PENÍNSULA Y BALEARES
Blusa manga larga y lazada en el cuello. Su manga es holgada y tiene más volumen en la parte de abajo que se ajusta con una cinta elástica en el puño. De los hombros salen dos pequeños pliegues que aportan soltura y movimiento a la prenda. Lleva una botonadura central con cierre interior y el detalle de lazada en el cuello le da un estilo muy romántico y favorecedor.
Una noche de sábado en el teatro. Dedica la tarde a arreglarte tranquila, sin prisas, dedícate todo el tiempo que necesites, las mejores recetas se hacen a fuego lento. “El color de esa camisa te queda espectacular”, te dicen. Tú sonríes porque sabes que es cierto. El cine está genial pero no podemos negar que el teatro tiene su encanto. Una buena obra en directo, apreciando su sonido, su magia, una noche de diez. Además la camisa Be-Lieve es perfecta para ir al trabajo, para un afterwork con los compañeros, para una tarde de compras o para una cena en el restaurante más “cool”del momento. También combinado con stilettos y clutch estarás lista para acudir a un evento más especial.
100%Poliester
Elaborado en nuestro tejido Creppe Bielástico de máxima calidad que tiene un punto de elasticidad que hace que se adapte muy bien al cuerpo pero sin llegar a marcar gracias a su alto gramaje y a su forro interior de punto que le da al vestido aún más consistencia haciendo que favorezca mucho más. Su textura es agradeble al contacto con la piel, y cómodo a la hora de moverse, bailar, levantar los brazos, sentarse…etc. Además, al llevar un alto porcentaje de poliester, hace que los colores sean mucho más vibrantes, intensos y alarga muchísimo la vida de la prenda. 8%Poliuretano 92%Poliester
Nuestro vestido lo puedes lavar si quieres en casa, eso sí, con un cuidado especial. Meter sólo en la lavadora con un programa corto o delicado, sin usar lejía y con agua fría. Puedes hacer un centrifugado suave en la lavadora para quitarle el exceso de agua pero nunca meterlo en la secadora.
En cuanto la lavadora haya terminado hay que sacarlo para que no se arrugue demasiado y tenderlo colgado en una percha. Cuando llega la hora de la plancha, con la prenda siempre del revés y con la temperatura siempre en el mínimo.
Aunque si tú lo que realmente quieres es estrenar vestido en cada evento, lo ideal es que lo lleves a la tintorería y dejarlo en manos de profesionales. Allí lo podrán lavar tanto en agua (con un lavado delicado) como en seco. Además, el planchado que ellos le dan es realmente maravilloso.
Elaborado en nuestro taller de Málaga